Los contenidos se dividen en tres aspectos: Rítmico, Melódico y Armónico; los trabajos teóricos y las actividades de reconocimiento auditivo están estrechamente vinculadas, es decir, que el progreso en alguno de estos aspectos representa un avance en el otro.
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El canto como punto de partida...
A través del canto reforzaremos el conocimiento sobre todos los aspectos de la melodía y la armonía (intervalos, escalas, armonía, etc).
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Tratamiento rítmico
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El rítmo es movimiento. En el estudio del rítmo tomamos consciencia de las diferentes dificultades que plantea la notación de las figuras rítmicas, las duraciones de los sonidos y los silencios, la lectura o elección de un compás, valores irregulares y polirritmias, entre otras.
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La audición
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Es inconcebible una formación musical sin entrenamiento auditivo.
A través de dictados melódicos y su posterior escritura y especialmente de lecturas a primera vista, se resuelven dificultades de afinación, entonación y reconocimiento de melodías.
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La armonía
Partiendo del estudio obras corales sencillas visualizaremos el movimiento de cada una de las voces en juego, se estudian enlaces de acordes, abordando conocimientos básicos de armonía y contrapunto .